¿Qué ha pasado en los pueblos, distantes cien kilómetros de la Panamericana e incomunicados? Entre Lima, Huancavelica e Ica, la población rural supera los 200.000 habitantes, en 1.800 caseríos, viviendo en aproximadamente 60.000 viviendas, de las que 50.000 son de adobe. Hasta la fecha es prácticamente imposible ponerse en contacto con ellos. ¿Que ha pasado en Yauyos, (alturas de Cañete), Laraos, Tupe, Huarochiri o en San Juan de Yanac, en Huacarpana, en Yauca del Rosario, Chavin y otros distritos y pueblos rurales de Lima, Ica y Huancavelica. En los distritos y caseríos de Castrovirreyna, Sintom, Ahurahua, Santiago de Chocorvos, Huaytará, Chincho y otras, el 80% de las viviendas están destruidas, hay cientos de heridos, decenas o cientos de muertos y desaparecidos y familias afectadas, especialmente los niños, sin comida, agua, abrigo y vivienda, y las comunicaciones cortadas.
En los pueblos y zonas rurales, el 80% de las viviendas son de adobe, también lo son muchas de las escuelas, centros de salud y lugares de culto. Están incomunicados, sin saber qué hacer, sin poder contar qué les está pasando, sin poder pedir ayuda. Las vías de comunicación con estas localidades se han interrumpido, lo que impide sacar a los heridos y abastecerles.
Las regiones limítrofes como Junín han sido también duramente devastada estas zonas alejadas de las costa, no están recibiendo ayuda alguna, ya que los esfuerzos se están centrando en los damnificados de las ciudades de Ica, Chincha, Cañete y Pisco.
